miércoles, 26 de enero de 2022

Auto sabotaje: 5 formas REALES de superarlo

¿Sabes cuáles son las razones más frecuentes por las que aparece el autosabotaje en tu vida? (y su ganancia psicológica inconsciente):


1.- Gracias a una crianza rígida o abusiva, Interiorizaste la falsa creencia de que mereces ser castigado/a

Cada que algo te causa bienestar o placer, cada que tu personalidad o tus necesidades se expresan, porque así pasaba en tu infancia, o quizá hay algo que aún no te perdonas y te la pasas buscando formas de hacer penitencia. Ahora que eres adulto, cuando aparecen cosas en tu futuro o tu presente que te emocionan, inconscientemente asumes que te tienes que castigar para recuperar el equilibrio, y generalmente la manera en que lo haces es saboteando o destruyendo eso que te motivaba.

 

Ganancia secundaria: Puedes seguirte aferrando a la dependencia de padre simbólico, aunque sea muy autoritario, y a tu zona de confort.

 

2.- Estás convencido de que no mereces vivir en plenitud, amor, bienestar y/o abundancia

Porque te dijeron que estaba mal aspirar a más, que eso sólo era de personas egoístas, que no lo valías, que no “dabas el ancho”. Hoy en día te desprecias por no tener el cuerpo que quieres, la relación que deseas, el trabajo que te gustaría, pero al mismo tiempo cada que intentas cambiarlo esa vocecita en tu cabeza te regaña por intentar ser algo que no eres, y te hace sentir que está siendo desleal con la miseria o la infelicidad que interiorizaste como parte de tu identidad.

 

Ganancia secundaria: Te puedes seguir atacando de forma masoquista (algunas personas encuentran “placer” existencial mal entendido en esto). No tienes que enfrentar el miedo al cambio.

 

3.- Tuviste un pasado lleno de injusticias y de maltrato y ahora te justificas en él para seguir teniendo actitudes poco adaptativas.

 

Ya te diste cuenta de tus heridas de infancia, pero ahora en lugar de sanarlas las usas como pretexto para no crecer, por ejemplo “yo soy muy miedosa porque cuando era chica me hicieron tal cosa”, o “no puedo ser disciplinada porque en la infancia me pasó x situación”… Además cuando las cosas no salen como tú esperas sientes que todo el mundo está en tu contra y que nadie te comprende.

 

Ganancia secundaria: puedes echarle la culpa de todo a los demás y no tienes que enfrentar el miedo que te da hacerte responsable de ti mismo/a. Además, la sensación de enojo frente a la injusticia se ha convertido en una fuga psicológica que buscas activamente para no enfrentar la injusticia a la que te estás sometiendo tú mismo/a.

 

4.- Partes de motivaciones negativas y extrínsecas.

Por ejemplo, si quieres bajar de peso, no lo haces por sentirte mejor tú (motivación intrínseca) y porque eres lo más valioso e importante que tienes (motivación positiva), sino porque te da pena cómo te ven los demás (motivación extrínseca) y porque piensas que el sobrepeso te hace alguien menos valioso (motivación negativa). La motivación extrínseca y negativa tiene mucho menos impulso que la intrínseca y positiva y normalmente se “apaga” a la mitad del camino, haciendo que dejemos nuestras metas y planes a la mitad, y eso refuerza nuestra sensación de que somos un fracaso.

 

Ganancia secundaria: Puedes jugar a la víctima perpetua: “nadie me comprende, no importa lo mucho que me esfuerce, esto es demasiado difícil para mí”, “pobre de mí”

 

5.- Tu auto exigencia no está viendo a tu yo real, sino a tu yo ideal e imaginario.

 

Todos tenemos al menos tres dimensiones del Yo: el yo imaginario, el yo ideal, y el yo real. Tu yo imaginario surgió a raíz de tus miedos y tus inseguridades de infancia, es la peor versión de ti, pero no es la versión real, aunque intenta convencerte todo el tiempo de que sí lo es.

 

Digamos que es una dimensión impostora y negativa. Tu yo ideal es ese que te gustaría ser, surgió de lo que los demás te dijeron que tenías que ser y por lo general es perfeccionista y criticón, es decir, es imposible de lograr para cualquier ser humano, y además todo el tiempo está diciéndote que estás muy por debajo y que nunca vas a lograr ser como él. En medio de los dos está tu yo real, ese que se enfrenta todos los días con el mundo, que toma decisiones, que tiene aciertos y equivocaciones, logros y fracasos, talentos y áreas de oportunidad, como todos.

 

El problema es que pensamos que nuestro yo imaginario es nuestro yo real, y que nuestro yo ideal debería ser nuestro yo real, y la distancia entre uno y otro es tan abismal que obviamente sientes que estás a años luz de la versión mínimamente aceptable de ti mismo/a. Esto te lleva a una auto exigencia tan extrema que termina convirtiéndose en auto sabotaje por lo general de tipo somático, es decir, te está yendo bien y “de la nada te enfermas” al grado de que ya no puedes hacer nada.

 

Ganancia secundaria: puedes llevarte a ti mismo hasta el extremo de caer enfermo ya que es la única manera que conoces de pedir ayuda y hacer una pausa, aunque tenga consecuencias desastrosas para tu trabajo, tus planes, tu salud y tu economía.

 

6.- Estás peleando batallas que no son tuyas.

¿Cómo puedes ganar una batalla que es de alguien más? si la adoptas como si fuera tuya y tratas de salvar a todo el mundo o resolver problemas que no te tocan, siempre vas a perder sencillamente porque el otro quizá no quiere ser salvado, o porque se trata de algo que ya quedó en el pasado y ya no se puede reparar, solo aceptar y soltar.

 

Si nos pasamos peleando batallas ajenas (en nuestra cabeza o en la vida real) no sólo vamos a perder a cada rato y a sentir que somos un fracaso, también vamos a restarle atención a nuestras esferas de vida prioritarias y obviamente van a surgir deficiencias profundas en estas áreas por mucho que nos esforcemos, porque nuestra energía mental, emocional e intelectual es limitada.

 

Ganancia secundaria: te puedes enfocar en problemas que están afuera de ti, de tu presente y de tu realidad precisamente para no tener que enfrentarte a ti mismo/a, porque te da miedo.

 

10 Señales de que el auto sabotaje te está afectando

 

Si la gente que te quiere te dice que tienes mucho potencial para llegar hasta donde tú quieras en la vida, pero que eres tú quien se está auto saboteando, ¡por favor, créeles! y si aún te quedan dudas y sigues aferrándote a los pretextos externos para justificar que no logras lo que deseas, pon mucha atención a estas diez señales que son claros indicadores de auto sabotaje, si te identificas con una o varias ¡aguas!

 

1.- Pierdes el interés en las personas que te tratan bien y te valoran, ya sea en plan romántico o de amistad.

2.- Cuando se te presenta una buena oportunidad laboral o académica, pones mil pretextos para no tomarla

3.- Cuando tienes un problema pones más empeño en encontrar culpables que en resolverlo

4.- Mantienes en tu vida personas malhumoradas que te arrebatan tiempo y energía.

5.- Justificas tus actitudes autodestructivas con lo que tuviste que vivir en el pasado

6.- Nunca te permites experimentar alegría, placer o tranquilidad libremente

7.- Pospones una y otra vez proyectos personales porque siempre hay algo “más importante” que hacer.

8.- Cuando te va bien, te sientes en deuda con todo mundo y hasta culpable.

9.- Te preocupa más lo que piensen los demás y ni siquiera te detienes a pensar qué sientes y quieres tú.

10.-Sientes que “vas perder el poco control que tienes” si dejas de auto atacarte constantemente.

 

¿Sabes cuál es el territorio preferido del auto sabotaje? La zona de confort. Se complementan mutuamente y te mantienen estancado como respuesta al miedo.

 

¿Cómo superar el auto sabotaje?

 

1.- Recuerda siempre las leyes de la atracción, la resonancia y la correspondencia.

No solo dejes de decirte mentiras como “no puedo”, “no lo valgo”, “todos están en mi contra”. Sustitúyelas activamente por pensamientos positivos como “merezco vivir en plenitud y abundancia y tengo todas las herramientas para lograrlo”, “tengo muchas personas a mi alrededor que me valoran y que pueden ayudarme con su apoyo o con su ejemplo”, “agradezco el aprendizaje que me dejó este error y lo integro con amor”, etc.

 

2.- La imaginación puede lograr cualquier cosa ¡pero también destruirla!

Si te enfocas en los problemas, tu mente va a construir unos problemas enormes, perfectos y tan complejos que nadie los puede “desenredar”, pero si te enfocas en las soluciones, tu mente va a encontrar opciones novedosas, eficientes y a prueba de fallas. Lo que vas a crear será muy poderoso, tú eliges si es un problema o una solución.

 

3.- Si tienes una buena idea o algún cambio que te motiva, ponlo en marcha antes de que el auto sabotaje comience a hablar.

Hay que actuar antes que esa vocecita en tu cabeza que te diga “¿para qué? ni es tan buena idea, ya se le ocurrió a alguien antes, te van a criticar, vas a fallar”, etc. Puede que todas estas cosas sean ciertas pero cualquier cosa que nos motive a la acción nos lleva, mediante el éxito o el fracaso, al aprendizaje y al autoconocimiento. Mejor fallar mil veces a quedarte para siempre en tu zona de confort.

 

4.- Recuerda que la mayoría de tus miedos son indicadores de cambio potencial más que de algún peligro real.

Es decir, es perfectamente lógico y adaptativo que el exceso de velocidad mientras conducimos nos dé miedo y nos haga frenar, porque es un peligro real, pero el miedo a dejar una relación que no te gusta, un trabajo que no te hace feliz, personas malhumoradas o un estilo de vida poco saludable no anuncia un peligro real, sino un cambio lejos de la zona de confort. Así que es muy importante identificar cuándo el miedo se ha convertido en sirviente de la zona de confort y no dejar que nos manipule.

 

5.- Analiza qué tan lejos está tu yo imaginario (negativo) de tu yo ideal (imposible) y acércalos

Al menos lo suficiente como para que tu yo real pueda agarrar a uno con la mano izquierda y al otro con la derecha, así no pierde el control y aunque se mantiene alerta de sus áreas de oportunidad, no deja que lo definan ni se vuelven lo más importante en su identidad; por otro lado, aunque no pierde visión hacia futuro y al crecimiento, no se pierde en expectativas irrealizables.

El éxito depende no de tu yo ideal ni del imaginario, sino de cómo el yo real puede poner a ambos a jugar a su favor.

 

Estoy seguro de que lo que aprendiste hoy puede ayudarte mucho, pero de ti depende si lo pones en práctica. También puede ayudarte muchísimo comenzar a aplicar los 4 pilares del autocuidado. Recuerda, si tú cambias, todo cambia.

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