viernes, 24 de diciembre de 2021

Lección 1: deja de darle gusto a todxs 😣

A muchos de nuestros alumnos las fechas de fin de año los estresan muchísimo porque es justo cuando más tienen que esforzarse por quedar bien con todo el mundo.


Que la cena perfecta, que los veinte mil regalitos, que acomodar los planes para que todos estén contentos, que ver cómo hacer rendir el presupuesto para que alcance… en fin.

Es lógico que queramos consentir a las personas que amamos, pero por favor, recuerda que NO ES TU OBLIGACIÓN que todos estén felices, y menos a costa de tu salud mental. Si llegaste a la nochebuena con más fatiga que ilusión ¡hazle caso a tu cuerpo! te estás sobre esforzando y probablemente tomando en tus manos responsabilidades que no son tuyas. 

Y justo por eso, elegí que nuestra lección de hoy fuera esta:

¿Vives para ti o vives para los demás? Si te identificas con esto ¡aguas!

¿Cuánto estás dejando que los demás influyan en tus decisiones? Déjame decirte, que casi todos convivimos con personas reales y cercanas que de una u otra forma tratan de dirigir nuestros actos, ya sea por controladoras, por metiches o porque tienen las mejores intenciones: que vístete así, que mejor estudia esto, que mejor pinta la recámara de este color, que no te conviene comprarte ese carro, que no comas eso, etc. 

Amigos, familia, pareja, colegas, todo el mundo tiene una opinión, y a veces es súper difícil no dejarnos llevar por lo que nos dicen, independientemente de si es lo que realmente queremos o no. 

Pero déjame decirte que allí no acaba la cosa, de hecho, se pone mucho peor…

…porque a estas personas externas, hay que sumarles a todos esos criticones internos que vamos cargando 24/7 y que son los responsables de que, por ejemplo:

  • No nos compramos la ropa que nos gusta porque a lo mejor a “los demás” no les gusta cómo se nos ve
  • No nos dediqmos a lo que se nos da la gana porque ¿a quién vamos a decepcionar?
  • No pidamos lo que se nos antoja en un restaurante porque “hay que hacernos de la boca chiquita”
  • No salgamos con quien nos gusta y nos atrae porque “¿qué va a decir la gente?”
  • No dediquemos tiempo a nuestros proyectos porque “le debemos ese tiempo a alguien más”


…y así la lista puede seguir hasta el infinito. 

¿De dónde salió este ejército de personas imaginarias que se está interponiendo entre tú y tú felicidad? 

¿Cuándo fue la última vez que tomaste una decisión pensando exclusivamente en lo que tú querías, sentías y necesitabas? ¿Te doy una pista? Sí, todo comenzó de la mano con tu niño o niña interior y las expectativas irreales que el abuso, la humillación, la traición, el abandono y el maltrato pusieron en él o ella.

Sanar las heridas de infancia no es un proceso de un día para otro, lo que sí puedes comenzar a hacer hoy mismo es ser más consciente de si estás viviendo para ti o para los demás, y recordar que sólo tú eres el experto en tu vida, y sólo tú tienes la responsabilidad de vivirla plenamente.

Recuerda, si tú cambias, todo cambia. Te veo en nuestra siguiente lección donde desenmascaramos la verdad del autosabotaje.

Por Lic Jair Pérez Rodríguez
Colaborador de Lozada Centro Psicopedagógico

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