Más
que una simple oportunidad para la diversión, el juego crea beneficios en la
salud y el desarrollo de los niños. Desde el "no está... ¡acá está!",
manipular plastilina con las manos y las escondidas hasta imaginar que una caja
de cartón es un avión o una nave espacial, las muchas formas de jugar
enriquecen el cerebro, el cuerpo y la vida del niño de maneras muy importantes.
Receta para jugar
Pese a sus muchos beneficios, en los últimos
años la cantidad de tiempo que los niños tienen para jugar ha estado
disminuyendo. Los horarios familiares y escolares sumamente estructurados,
padres que trabajan cada vez más fuera del hogar, menos lugares seguros para
jugar y el aumento del uso de los dispositivos digitales y el tiempo ante las
pantallas de PC son algunas de las razones. Hoy en día un niño en edad
preescolar promedio mira ¡4 horas y media de televisión por día!
El aprendizaje se estimula mejor al
utilizar los instintos naturales del niño de jugar en vez de estimularlo sólo
por factores externos como las calificaciones. A medida que participan
activamente en el mundo y lo descubren con alegría, los niños adquieren
habilidades del Siglo XXI que cada vez más requieren de trabajo en equipo e
innovación.
Ideas específicas por edad para
aprender jugando
Se propone a los padres a utilizar el
juego como método para alcanzar una mejor salud y del desarrollo de su hijo
desde el momento del nacimiento. Estos son algunos ejemplos de cómo hacerlo:
Del nacimiento a los 6 meses
- El
aprendizaje divertido comienza con la primera sonrisa del bebé. Responder
con una sonrisa de los padres es una manera de jugar que, además, enseña
al bebé una habilidad socioemocional fundamental.
- Imite
los gorjeos y balbuceos de su bebé y mantengan una conversación usando los
sonidos del bebé como indicador.
- Muestre
a su bebé objetos interesantes, como un juguete de colores brillantes.
Permítale llevarse las cosas seguras a la boca para explorarlas y
experimentar nuevas texturas.
- Coloque
a su bebé en distintas posiciones para que pueda ver el mundo desde
distintos ángulos, lo que desarrollara ubicación espacial y motricidad.
De los 7 a los 12 meses
- Asegúrese
de que su bebé cuente con un lugar seguro para gatear y explorar.
- Ofrezca
a su bebé oportunidades de aprender que sus acciones causan un efecto: por
ejemplo, cuando suelta un juguete y cae al suelo. Ponga algunos juguetes
al alcance de su bebé para que pueda tomarlos y jugar con ellos.
- Use
un espejo para mostrar a su bebé sus distintas expresiones.
- Jueguen
a "no está... ¡acá está!": esconda su rostro detrás de las manos
y vuelva a aparecer.
De 1 a 3 años
- Cuando
elija guarderías y preescolares, busque los que ofrezcan tiempo de juego
no estructurado. El aprendizaje divertido, en el cual los niños toman la
iniciativa y siguen a su propia curiosidad, debería ser el punto de
enfoque de la educación infantil temprana de alta calidad.
- Ofrezca
a su hijo bloques de construcción, envases vacíos, cucharas de madera y
rompecabezas. Los objetos sencillos y poco costosos constituyen algunas de
las mejores formas de fomentar la creatividad de un niño. Recuerde: lo que
enriquece a los niños es la presencia y la atención de sus padres y sus
cuidadores, no los artefactos electrónicos sofisticados.
- Dé a
su hijo oportunidades de jugar con otros niños de su edad. Esta es una
buena edad para intentar tener un encuentro con otros niños para jugar
supervisado por los padres.
- Ayude
a su hijo a explorar su cuerpo mediante distintos movimientos, por
ejemplo, caminar, saltar y pararse en una pierna.
- Ofrezca
oportunidades para juegos de simulación, por ejemplo, simular estar
bebiendo de un vaso vacío u ofrecer juguetes que permitan jugar a juegos
de simulación.
- Lea
regularmente a su hijo y junto a él. Fomente juegos de imitación basados
en estos cuentos. Recordando que para fomentar la lectura debe de verlo a
usted leyendo cuando menos unos minutos, ya que está en la etapa de la imitación.
- Canten
y jueguen con ritmos para que el niño pueda aprender y unirse a la
diversión. Comience a presentarle algunos juegos adecuados para la edad,
como Simón dice.
De 4 a 6 años
- Proporcione
oportunidades para que su hijo cante y baile.
- Cuente
a su hijo historias y hágale preguntas sobre lo que recuerda.
- Dé a
su hijo tiempo y espacio para representar escenas imaginarias, roles y
actividades.
- Permita
a su hijo intercambiar entre juegos imaginarios y reales, por ejemplo,
jugar a la casita y ayudar con las tareas del hogar.
- Programe
tiempo para que su hijo interactúe con amigos y así practique la
socialización y la formación de amistades.
- Aliente
a su hijo para que pruebe una variedad de movimientos en un lugar seguro,
por ejemplo, saltar, columpiarse, trepar y hacer volteretas.
- Limite
el tiempo frente a las pantallas a un nivel saludable. Los medios
adecuados para la edad pueden tener beneficios para los niños mayores, en
especial si usted los mira con ellos y juegan juntos. Pero las
interacciones sociales y los juegos en tiempo real son mucho mejores para
los niños que los medios digitales para aprender.
El juego como eliminador del estrés
Además
de fomentar la salud y el desarrollo de un niño, el juego ayuda a fomentar
relaciones seguras, estables y provechosas que protegen contra el estrés tóxico
y generan la educación socioemocional. La alegría mutua y la interacción cara a
cara que ocurren durante el juego pueden ayudar al cuerpo a manejar el estrés.
El juego le ha de ayudar a sentirse menos estresados si se les permite jugar
durante 15 minutos, en comparación con los que escuchan un cuento.
Tipos de juego que
puede combinar
Diferentes tipos de juego tienen
distintos beneficios para los niños:
Juego con juguetes y objetos
Cuando juegan con un objeto, como un
juguete, los bebés usan sus destrezas sensoriales y motrices para explorar sus
propiedades y hacer experimentos como lo haría un pequeño científico. Para
aprender si un objeto es sólido, por ejemplo, es probable que lo golpeen contra
el piso. Además, los niños en edad preescolar usan los objetos para desarrollar
ideas y conceptos abstractos como el simbolismo, usando un plátano como un
teléfono, por ejemplo, además de compartir y esperar su turno.
Juego físico
La diversión física, como el juego
libre durante el recreo, ayuda a desarrollar las destrezas motrices, previene
la obesidad infantil y fomenta la inteligencia emocional. La sutil emoción que
provoca bajar por la resbaladilla, por ejemplo, permite al niño adquirir
confianza para arriesgarse en un entorno relativamente seguro. Los juegos tales
como pato-pato-ganso también ayudan a los niños a forjar otras habilidades
socioemocionales tales como la empatía, ya que los niños aprenden a tener
cuidado de no lastimar a los demás golpeándolos demasiado fuerte, por ejemplo.
Juego al aire libre
El juego al aire libre es de
particular importancia porque permite a los niños usar todos sus sentidos para
forjar habilidades tales como la percepción espacial y el equilibrio. También
puede mejorar la capacidad de atención del niño.
Juego simulado
Este tipo de juego permite a los
niños pequeños experimentar con distintos roles sociales y aprender a cooperar.
Jugar a disfrazarse, a imitar y a juegos imaginarios también fomenta la
creatividad y forja habilidades más complejas de negociación, comunicación y
lenguaje (“Tú serás la maestra y yo el alumno”, podría decir un niño).
Recuerde...
Ofrecer a su hijo muchas
oportunidades para jugar es una de las mejores maneras de ayudarlo a crecer y a
convertirse en un adulto curioso, creativo, sano y feliz, equipado con las habilidades
necesarias para nuestro mundo actual. La próxima vez que su hijo le pida que
juegue con él o ella, ¡no pierda la oportunidad! Comparta la alegría del
descubrimiento mientras se conectan entre sí y con el mundo a su alrededor.
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